Wednesday, December 5, 2012

Piscinas públicas: lo mejor del verano en New York City puede convertirse en lo peor si no conoces las reglas del juego

El verano es probablemente la mejor época del año para tener críos en esta ciudad. No sólo prácticamente todas las zonas de columpios cuentan con alguna zona con agua para mojarse y jugar de manera más o menos sofisticada; además, y sobre todo, la ciudad cuenta con una red de piscinas públicas que deberían ser la envidia de cualquier estado de bienestar europeo: amplísimas, con zonas especiales para que los niños más pequeños puedan chapotear y jugar con chorros de agua de todos los tamaños y formas...y gratuitas.

Sí, gratuitas del todo, y eso hace que, aunque como ya decía su tamaño es ciertamente impresionante, casi siempre estén de gente hasta la bandera. Sí, casi siempre lo están, pero a pesar de ello cada uno cuenta con espacio de sobra y además la convivencia es impecable, en todo un verano de piscina casi diaria no nos hemos sentido nunca ni remotamente incomodados por nadie. Vaya, un paraíso comparado con cualquier piscina pública española de pago. ¿Y cómo lo logran? Ahí está el truco: estas piscinas son un auténtico lujo en pleno asfalto, pero se rigen por una serie de estrictísimas reglas que, si no se conocen con anterioridad, pueden convertir las primeras visitas en un auténtico fracaso (vaya, que lo más normal es que no se consiga ni acceder al recinto, llevándose uno a casa además la consabida bronca con el personal Parks&Recreation de la puerta,en general nada conocido por su amabilidad, pero en el caso de las piscinas aún menos por su flexibilidad).

Aquí os  dejo las más importantes para que os las estudiéis antes de llegar allí por primera vez (el texto íntegro se puede consultar aquí):

-Todo el mundo tiene que llevar un bañador en algún sitio (incluidos los niños de cualquier edad), ya sea puesto o en la mochila, y lo tendrá que enseñar antes de entrar al recinto. Nadie puede entrar bajo ninguna circunstancia a buscar a alguien, o simplemente a acompañar a los demás. Los bañadores tienen que ser tales, es decir, los de los chicos tienen que tener redecilla blanca, no pueden ser pantalones, por mucho que parezcan un bañador (a veces cuela, según las ganas que tenga el o la de la puerta, pero creedme, a veces no, es mejor no jugársela).

-Si uno va con niños que aún usan pañales tiene que llevar pañales especiales para el agua, los niños no se pueden bañar desnudos ni con pañales comunes. A veces te piden incluso que enseñes el recambio, conque conviene llevar más de uno. En el caso de estos bebés no sé si pondrían problema en que no llevaran además el bañador, pero yo nunca he visto ninguno que no lo lleve, yo por si acaso me llevaría uno.

-Uno tiene que OBLIGATORIAMENTE llevar un candado encima, y no uno pequeñito de los de cerrar el equipaje, sino uno grande, de los de cerrar armarios tipo consigna. Los más prácticos (y los que lleva todo el mundo) son los que llevan una rueda incorporada y se abren con contraseña, sin llave. Los venden en cualquier tienda de 99 cents, y los más baratos no pasan de los 3 dólares. Esta es la regla más rebuscada, porque si uno no la conoce con anterioridad es imposible que caiga en que le van a pedir tal cosa. Pero es así: en la puerta del recinto, cada día,hay que enseñar el candado, y quien no no lo lleva no puede entrar. La razón es que a los vestuarios se puede pasar con casi cualquier cosa, pero a la piscina en sí no, con prácticamente nada, de manera que uno tiene que dejar todas sus pertenencias en un armario del vestuario que cerrará con su propio candado.

-Como decía en el punto inmediatamente anterior, a la piscina en sí no se puede pasar más que con una toalla, el bañador, un gorro y las chanclas. No se pueden meter libros, ni el móvil, ni música, ni por supuesto artilugios para jugar en el agua de ningún tipo (ni siquiera manguitos ni flotador)... y no, tampoco la crema solar. Ya os digo que al principio resulta muy chocante lo extremas que parecen estas reglas: ¿cómo que no puedo pasar con la crema? (aunque con la crema en sí yo he visto mucha más flexibilidad que con cualquier otra cosa, yo me la daría antes, por si acaso). Pero creedme que cuando ves lo bien que se puede convivir con tantísima gente lo empiezas a entender. Si cada uno llevara todo lo que le gustaría llevar, sería imposible.

-Tema ropa: como decía justo antes, a la piscina hay que pasar en bañador... o con camiseta blanca. Es la única prenda de ropa que te dejan meter allí (bueno, y las camisetas típicas de nadar de los niños, las que protegen del sol, esas pueden ser de cualquier color porque se supone que forman parte del bañador). O sea, que si tu camiseta no es blanca quítatela y déjala en la taquilla del vestuario con el resto de tus cosas. Eso sí: si lo es, puedes incluso bañarte con ella :)

-Tema horario: abren a las 11 (tardísimo para los horarios propios de aquí, pero cómodo para los españoles) y cierran a las 7, o sea que en este sentido parece muy cabal... excepto por el hecho de que cierran al mediodía. Sí, cierran la piscina a pleno día, la vacían de gente y la vuelven a llenar, con la excusa de limpiarla, pero yo no me lo puedo creer. Alguna otra historia habrá detrás, no sé, es realmente surrealista. Cierran como de 2 a 4, ahora no lo encuentro por ningún sitio porque la temporada ha acabado, pero es algo así, conviene mirárselo antes. De todas maneras para los horarios españoles no es tan mal horario, es peor para los americanos, resulta gracioso lo incomprensible que les resulta este descanso. Y no me extraña.

-Tema días: los fines de semana las piscinas están considerablemente más llenas, tanto que nosotros no hemos intentado ir nunca más en sábado o domingo desde la primera vez que lo hicimos. Si podéis, evitad estos días. Si no, no lleguéis a las 11 ni a las 4, la cola es eterna. Mejor llegar a las 12 o a las 5 y entrar justo a esa hora que esperar allí y acabar entrando a la misma hora.

Y ya, creo que no me dejo nada. Bueno, quizá comentar que las que más cerca se encuentran de Park Slope son la de Red Hook y la de Sunset Park, pero que esta última no tiene parte de niños (antes la tenía, y por eso podréis encontrar información ambigua al respecto en internet. Creedme, ahora no la tiene) . Así que con menores de 5 años mejor probad la primera, sin dudar. Y hala. Cuando dejéis de flipar con el tema ( a mí me costó) compraos un candado y al agua patos, que merece la pena.